Deberías superar tu reticencia a verme y comprobar que resultaría ser un reencuentro muy agradable, con sumo respeto y, a la vez, cariño fraternal.
Si lo deseas, podemos crear una amistad duradera y bien afianzada, como una pequeña isla en mitad de un lago adonde sólo se llega por medio de una ligera embarcación.
Me encantaría volver a verte, y si ello te hace sentir bien, aún mejor.



